22 febrero, 2006

Confesiones de una mente peligrosa

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La historia de Chuck Berris, mítico, el Chicho Ibañez Serrador de los USA, y su pseudobiopic propio coescrito por Charlie Kaufmann.

Si algo había que esperaba ver al vislumbrar esta ópera prima era a George Clooney dirigiendo pero es a él, curiosamente, a quien menos se le nota en todas las dos horas del filme. Uno se espera algo de amateurismo, siendo una primera película como es, y uno no espera grandes planos como los que se ven. Pero claro, tito Clooney, como buen colega de Soderbergh que es, está claro que bien ha aprendido del maestro o bien le ha pedido ayuda. Demostrando un saber hacer en la dirección, con planos estupendos como el del paso de documentos en los baños (que alguien me explique como lo ha hecho), grandes maestros se juntan en esta primera película de George. Si bien se ve un estilo Soderberghriano en la dirección, bien se ve también la gran aportación de Charlie Kaufmann al guión, y la gran interpretación de Sam Rockwell como Chuck Berris, el protagonista del filme.

La película tan paranoica como tantas otras de Charlie Kaufmann, trata sobre un productor de programas televisivos que se ve contratado por la CIA y lo convierten en una máquina de matar. Así, mientras que por un lado produce uno de los programas más famosos de la historia "The dating game", por el otro se dedica a asesinar a comunistas y terroristas que podrían poner en peligro la estabilidad nacional. Así comienza la película, con guión basado en la biografía propia de Chuck Barris y que Charlie Kaufmman traslada al guión tan libremente como él suele hacer las cosas (si habéis visto Adaptation, veréis que no es la única vez que adapta la vida de alguien tan a su manera).

Gran película, recomendable para los amantes de Soderbergh y Kaufmann, y que yo ví, simplemente, para conocer al Clooney tras las cámaras y estar preparado por su aún en cartel Buenas noches, y buena suerte que acumula notables nominaciones a los oscars.



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